San Pablo ¿Por qué ese nombre?

San Pablo ¿Por qué ese nombre?

Hoy en Parking San Pablo, el mejor parking del aeropuerto de Sevilla, queremos contarte un poco sobre la historia de este aeropuerto desde sus principios, algo muy interesante.

San Pablo, historia del aeropuerto

Hasta la década de 1930, los terrenos donde hoy se ubica el Aeropuerto de San Pablo de Sevilla eran un cortijo que fue el que le dio nombre al aeropuerto. El torero Ignacio Sánchez Mejías cedió parte de sus terrenos en el Cortijo de San Pablo, para el proyecto de la empresa germana de dirigibles Graff Zeppelin, procediéndose a inaugurar este nuevo lugar con la llegada de los 18 primeros pasajeros provenientes de Alemania.

Siendo propiedad también de Ildefonso Marañón Lavín (concejal del Ayuntamiento), el terrateniente decidió ceder gran parte de sus posesiones a precios simbólicos, naciendo así el Aeropuerto de San Pablo. Hasta ese momento, el lugar de la ciudad destinado a esta función era el aeródromo de Tablada, situado al sur en las afueras del municipio.

construccion aeropuerto san pablo

En la actualidad ese pasado agrario heredado del Cortijo San Pablo sigue vivo en los terrenos del aeropuerto, donde se cultiva trigo, algodón y habas, «aunque en otras temporadas también ha habido guisantes y girasol», explican desde el Aeropuerto.

El Aeropuerto de Sevilla tiene interés en de una manera natural, sostenible, relativamente barata y muy efectiva, llevar a cabo el mantenimiento y la limpieza de los terrenos que rodean su campo de vuelo. Así desde hace más de 20 años, la siembra conforma un curioso tapiz, con el que cada día se asegura el despegue y aterrizaje de más de 120 aviones.

La fórmula es un contrato con una sociedad agrícola que mantiene y limpia los terrenos que rodean el campo de vuelo, los explota y comercializa la producción que esa actividad genera.

La labor de esa sociedad agrícola se encamina a eliminar los objetos de riesgo que pueda haber en la zona, evitar el crecimiento de las malas hierbas –y de los pastos susceptibles de arder– y contribuir al allanamiento progresivo del terreno.

Esperamos que este post os haya parecido interesante y que hayáis descubierto algo la historia del aeropuerto San Pablo de Sevilla. Si os váis de viaje, recordad que lo mejor es dejar vuestro coche en el parking.